RUT NOVELA

FÁBULA DE EJEMPLO: EN BOAZ, NOEMÍ, Y SU NIETA Rut.
Boaz fue un hombre que triunfó a la vista de sus semejantes. Pero su triunfo fue solamente parcial. Porque esperaba por medio de este, conseguir la influencia necesaria en su localidad, para socialmente crear circunstancias más favorables y positivas.
Boaz era huérfano, pero tuvo un padre muy sabio, que le enseñó de primera mano, las leyes y principios verdaderos.
Un día debido a las leyes del país, acudió a él por ayuda, una mujer viuda, caída en desgracia, que se llamaba Noemí con su nieta Rut. Noemí, como así se llamaba la mujer; acudió amparada en la ley de recompra por el familiar más cercano, quien debía rescatarla de su indigencia, a ella con el resto de su familia. Aunque Boaz era un hombre joven, era muy responsable de las leyes temerosas de Dios, y creía firmemente en el resultado de ellas. Porque tras de todos los mandamientos había su Bendición.
Sin embargo, en la prioridad de las personas y su aparente armonía, engañosos errores. Boaz en su reconocimiento social, gozaba de una estable economía, y esto fue lo que a Noemí, una mujer con mucha sabiduría, le hizo buscar su amparo en él. Cuando tuvieron su primera entrevista, Boaz la respetó como a una madre, y le dio el cargo de organizar toda su casa, y la opción de vivir dentro de ella. Noemí por su parte, como era muy sabía esperaba que un día Boaz encontrara una esposa, y por eso decidió bajo su consentimiento, no utilizar toda la confianza y generosidad de Boaz, prefiriendo vivir comportándose como una sirvienta de la casa. Y vivía en una pequeña aldea de su propiedad, cerca de la casa, pero no en la casa. Y comían en la casa, pero no en la mesa, ni a la vez que él, ni con él. Porque ella prefería considerarlo como a su jefe, y el señor de la casa. Y así, cada vez más crecía la admiración de ambos, al tiempo que se conocían mejor.
Para Boaz, Noemí era su fuente confidencial en los propósitos y proyectos de su vida. Y para Noemí, Boaz era un futuro gran hombre, del que toda esposa, madre, e hija se sentirían orgullosa. Así, que en todo cuanto Boaz le sugería a Noemí para su bienestar, ella lo hacía. Porque así le agradecía todo su interés, y además le daba el margen necesario y posible, para que él pudiera rescatar su vida y la de su nieta, con mayor grado de responsabilidad. Y así, él podría proveerlas de un futuro mejor con más medios y alternativas para sus vidas, en especial la de su nieta Rut.
Rut era una jovencita de gran belleza, y con solo que Noemí se lo propusiese, resaltaba su belleza mucho más. Un día Boaz le sugirió a Noemí acerca de un posible peligro y le dijo: Noemí tú misma ves la gran belleza que Dios le dio a Rut. Si la resaltas. En la escuela frente sus compañeros, pensarán y actuarán en todo para conquistarla. Y será perseguida como a una mujer deseada, desde su temprana edad, y así, torcerán sus propósitos. Por que la perseguirán con propuestas y amoríos que la desviarán de ser una mujer virtuosa. La belleza es un arma de agradabilidad, y tal vez aprenda a utilizar las armas de su encanto. ¡Pero cuando esta belleza se marchite! ¿En que se habrá convertido ella, como persona? No buscará el poder de su propia personalidad, sino que para conseguir sus demandas lo esperara todo de los demás, especialmente de los más vulnerables a sus encantos, que son los hombres, y a estos los usará. Por favor ten cuidado al resaltar sus encantos, porque si no, todos los chicos de su edad, y aún mayores la querrán y la desearan, haciendo todo lo posible por conquistarla. Y quién sabe, si ella podrá aguantar tal influencia y presión. Y así fue como Noemí, pensó mucho en lo que Boaz le sugirió, comprendiendo enseguida las razones de su temor.
Noemí se dio cuenta del interés de Boaz por ellas y del respeto que les tenía, buscando siempre el bienestar de ambas. Por eso quiso comprometer aun más a Boaz en la educación de su nieta. Y Porque él sabría como disponer de los medios posibles. Así es como Noemí, cuidó y enseño a Rut, para ser una doncella sencilla y laboriosa, como ella. Y moldeo en ella, un educado y respetuoso comportamiento de agradecimiento, inculcándole todos los sentimientos y valores, de una buena mujer sensible y emotiva. Empezando por ser una buena nieta y una buena ama de casa. Y a tener el mismo equilibrio y responsabilidad, que tienen las buenas madres, en consuelo, sensibilidad, sentimientos y emociones.
Pero con relación al exterior y referente a su educación y cultura, Noemí quiso comprometer hábilmente a Boaz. Por eso encomendó a Rut, de servir y cuidar de todos los pormenores de Boaz. Colmándole con todas sus atenciones para que así la tuviese presente, al tiempo de sus necesidades básicas y elementales de su formación profesional. Cuando Boaz estaba preocupado, Rut le servia de distracción y concentración, porque Rut y Noemí planeaban su relajamiento, y estudiaban todas sus preocupaciones y temores. Ya que Noemí sabía todo lo que le preocupaba a Boaz, por que él se lo decía. Cuando Boaz estaba en el campo, Noemí le enviaba las comidas con Rut. Boaz siempre le decía a Noemí, que se las prepararse, para llevárselas el mismo temprano, y así ahorrarle a Rut el molestarse en llevárselas. Pero Noemí sugería con astucia que así estaban más calientes y recién hechas. Esta relación que Noemí forzaba astutamente, tuvo su fruto. Un día Boaz, volvió para hablar con Noemí acerca de la educación de Rut. Y así fue lo que hablaron. Noemí le decía Boaz. Estoy viendo que Rut, sé esta convirtiendo en una mujer muy deseable para cualquier hombre, y que sus cualidades de mujer son excelentes. Creo muy sinceramente, que llevará con buen éxito a su propia familia. Pero, Porque no le provees, la educación y cultura exterior. Para que ella tenga una ventaja y los medios del progreso actual a su alcance. Noemí creyó llegado el momento de delegarle esta responsabilidad a Boaz y muy hábilmente le contestó. Yo le acerqué, a lo que sé y conozco. Y le he enseñado, todo lo bueno que yo tengo. Pero desde el día en que tú me avisaste de los peligros del exterior, temí mucho por ella. Y decidí ayudarle a formarse como una buena y amorosa mujer, sin arriesgarme a que ella degenerase y se desviase de los verdaderos valores y principios de la vida. Y como yo no sé de qué manera más útil, y sin riesgos, proveerle su educación, me he abstenido de ninguna iniciativa. Esperaba que tú me sugirieses lo mejor para ella, ya que yo sobre este tema, no entiendo casi nada, y desconozco los medios actuales para escoger. Boaz comprendió enseguida el comportamiento de Noemí. Y le prometió que él pensaría en ello. Y que luego se lo expondría para que ella y Rut lo decidiesen. También le pidió disculpas a Noemí por haberle preocupado, por culpa de sus propios temores y dejándole sola en una decisión tan importante. Boaz pensó mucho en la formación de Rut, y organizó un plan educativo para ella. Cuando ya lo tuvo muy claro para exponerlo delante de ellas, se dirigió a la casa donde ellas tenían su vivienda. Era la primera vez que Boaz las visitaba en su casa. Y cuando llegó, fue tan grande la sorpresa para Rut, que se adelantó a los dos, ofreciéndose con gran hospitalidad para servir el confort ocasional, más apropiado que ella creyó en ese momento. Y Noemí la dejaba hacer todo, como si Rut fuese la sirviente entre los tres. Después de ofrecerle de todo lo bueno y atenderlo en todo, se sentó frente a Boaz muy atenta para escuchar con la máxima atención, lo que él tuviese que decirles. Pero antes le preguntó. ¿Puedo estar y escuchar lo que vas a decir o es en privado lo que quieres hablar?. Boaz cariñosamente le dijo: Es en especial a ti, a quien debe interesar, lo que yo vengo a sugerir. Así es como Boaz empezó a exponer su plan educativo de enseñanza para Rut. Diciéndoles: Existen los dos medios alternativos de la enseñanza, que son el privado y el social. Los dos son importantes, pero depende de como y cuando, uno es más apropiado que el otro. Normalmente el privado, es el más original, y el más básico, porque es el familiar y pudiéndose conseguir los medios apropiados, este aventaja mucho más. Por que no ocupa ninguna distracción. El social es más apropiado después. Para dirigirse hacia la meta propuesta en el lugar más apropiado, y en la verdadera realidad de la vida. Esto es porque todo lo que se subvenciona, es la demanda social del futuro, y que son las carencias que hay que cubrir. Así es, como se inicia el primer paso, para aplicar todas las ciencias y conocimientos del bien social de la humanidad, y donde esperamos los reconocimientos. Boaz, quiso saber si comprendían y compartían, su opinión. Y para que ellas pudiesen expresar su parecer, paró de hablar. Pero sólo hubo un silencio de máxima atención a su conversación, que le invito a seguir hablando, y les dijo: Bueno eso es algo que ya deben decidir ustedes, pensando con interés lo más conveniente. Yo por mi parte he ideado un plan alternativo para que lo tengan en cuenta. Y si lo desean, tanto en este plan como en el que ustedes decidan, quiero agradecerles que cuenten con mi apoyo incondicional. Hasta donde yo pueda serles de utilidad. Rut miró a Noemí, como suplicándole que le interrogarse sobre el plan que Boaz ingenió para ella. Y Noemí hábilmente le preguntó. ¿Por favor explícanos cuál es tu propuesta? Porque nosotras no conocemos, ni tenemos los medios. Y esto nos deja en tu disposición respecto a la educación exterior de Rut. Boaz les explicó: El futuro está en manos de la informática, y las columnas sociales, son las políticas religiones e instituciones, con una formación de base familiar. Porque todo se tiene que cimentar en la fuerza de la unidad y comunión. En lo que hasta ahora conocemos, lo puede aprender Rut desde su propia casa. Buscando el tiempo más apropiado, y concentrándose en lo más adecuado para aprender a distinguir los errores de los aciertos sociales de la humanidad. Así podrá quitar y añadir con éxito las mejoras de un pasado en el presente. Y también investigar los progresos que pueden existir en el futuro. Así podrá recoger lo que es provechoso, y rechazar todo lo inútil que sirve de lastre en la vida. Aprendiendo a utilizar todos los medios y adelantos de la actualidad, para tener una buena base cultural. Y cuando este preparada, dirigirse hacia lo que ella considere más importante, y en lo que ella se vea más cualificada para su futuro. Todo lo que ya nosotros no seamos capaces de poder le proveer aquí. Y para que Rut, también tenga el deseo de compartir y servir, llevándolo a la practica en provecho de los demás, y en el suyo propio. Bien como una médico, maestra, abogada, constructora etcétera. O en varias profesiones utiles a la vez.
Boaz les dijo que él conseguiría los medios e instructores necesarios, para esta primera fase si ellas lo entendían así, después de que ellas lo pensasen, y se pusiesen en acuerdo sobre ello. Noemí llena de alegría miraba a Rut, que desprendía admiración por Boaz, y antes de que Rut pudiese decir nada, Noemí le agradeció a Boaz todo su interés. Y le dio gracias por permitirles hablar y pensar para decidir entre ellas. Pero asegurándole, que era el mejor plan que ella conocía y en el que ella confiaba. Boaz se dispuso para marcharse, pensando en lo atendido arropado y acompañado que se sintió en todo momento. Y le despidieron, saludándole con la amabilidad y aprecio, que ellas sentían por Boaz, hasta que se perdió de la vista de ellas.
Segunda parte.
Al terminar esta reunión y quedar a solas, Boaz noto un gran vacío en su propia casa, como nunca antes lo había sentido. Por que ahora más que nunca deseaba pertenecer a una familia. Y también pudo notar el gran valor de la mujer sensible y cariñosa, para esta importante formación. Él tenía de todo en su casa, pero ahora le parecía un desierto del cual huía, a no ser para descansar y alimentarse. O buscar la compañía de Noemí y de Rut. Y sequía pensando en el momento que estuvo en casa de Noemí y Rut. Una casa humilde pero hospitalaria, donde se hurgaba comprensión, y sintiendo cariño en todos los gestos y en todas las cosas que se le ofrecían. Ahora comprendía lo que verdaderamente era un hogar, y que si en su casa había algo que le atraía, era gracias a la influencia de Noemí y de Rut. Sin ellas en su hogar no valdría la pena vivir. Así que pensó en como conseguir, que ellas se trasladasen a vivir con él, como miembros de su responsabilidad familiar, y con la excusa, de que era lo más conveniente para la educación básica de Rut. Ya que era él, quien le tenía que proveer toda esta enseñanza e instructores. Esta época de cinco años de tiempo fue la más feliz para los tres. Y Rut se había convertido en una mujer cita muy agradable e inteligente. Boaz sintió una gran atracción por ella y tuvo miedo de perder su pura y desinteresada relación. Y pensó en acelerar sus pasos para ingresar a Rut en la universidad. Boaz estuvo trabajando mucho, en las instituciones locales más responsables e influyentes de su localidad, Religiosas, políticas y en las familias. Y su interés por la unión de su comunidad, le acarreo enemigos dirigentes, que procuraban destacar. Formando las grandes barreras entre la gente civil, para que las ideas innovadoras de los demás, no les quitaran su prominencia. Rut se sentía atraída por Boaz, pero su juventud y respeto hacia él, le impedían demostrar sus sentimientos ocultos. Y procuraba que él sintiese deseos de su compañía, siendo muy moderada para no estorbar. Sólo Noemí sabía la verdad entre los dos, y esperaba que algún día, pudiesen recoger el fruto maduro, del cariño y amor que los dos se tenían. Un día Boaz llegó muy triste y afectado, por los problemas institucionales en la localidad, y Rut le consoló de tal forma, que él hubiese deseado no tener que recuperarse nunca. Y así sentirse entre sus tiernos cariños y comprensión. Cuando reaccionó, viéndose incapaz de controlar su pasión por ella, decidió alejarse de Rut, con la excusa de que ya era el momento para ella, de ingresar en la universidad, dónde encauzarían y acoplarían toda su educación. Y así se lo expuso a ambas cuando tuvo la ocasión. Pero esta vez hubo una gran diferencia de la vez anterior ¡Cuando les expuso su plan de educación! Porque en esta ocasión no les dio ninguna alternativa de elección. Era más aún, ya tenía en sus manos la solicitud aprobada y todo los papeles arreglados. Y cuando Boaz les dio los papeles, y les dijo. El cómo y cuando, debía Rut de ingresar, en la universidad. Era con sólo una semana de antelación. Boaz buscaba escaparse para no manifestar sus verdaderos deseos. Porque vivía una guerra interior contra los sentimientos de su propio corazón. Y solo en su mente hallaba la razón para apartar a Rut de su lado. Noemí si entendía porque Boaz actuaba así, y le comprendía porque le tenía gran compasión. Pero Rut, que se había puesto a sus pies para escucharle como la otra vez anterior, no esperaba la decisión tan drástica de Boaz. Y pensaba en ese momento, que ella se había llenado de ilusiones, y que no tenía ningún derecho sobre Boaz. Su rostro se llegó a trasformar con gran tristeza y unas lagrimas cayeron por sus mejillas. Boaz ni siquiera se atrevía a mirarla. Cuando Boaz se fue, casi huyendo de la casa, Noemí le acompaño hasta la puerta. Pero Rut seguía sin poder reaccionar en el sitio donde se quedó escuchando la propuesta de Boaz. Cuando Noemí cerró la puerta, se volvió para mirar a Rut con mucha lastima, porque conocía sus emociones mas intimas. Y cuando Rut empezó a reaccionar, miró hacia la puerta buscando una explicación. Lo único que encontró fue la mirada compasiva de su abuela Noemí, que la miraba con la expresión de resignación, a la decisión que ya estaba tomada. Y que era la que se acordó en su debido tiempo. Rut empezó a llorar con gran desconsuelo, y salió corriendo hacia su habitación, para que nadie pudiese consolarla en este momento tan contradictorio para ella. Noemí la dejó marchar, para que pudiese desahogarse, y luego más tarde iría a verla, y apropiadamente hablaría con ella y la consolaría. En este ambiente fue como transcurrió la semana, antes de la marcha de Rut hacia la facultad universitaria. Y con la inquietud de capacitarse Rut estuvo en la facultad, para aprender lo fundamental, y transcurrieron dos años intensos de estudios para ella. Pero los aprovechó, demostrando su capacidad y habilidad, aplicando todos sus conocimientos. Y pudo conseguir los diplomas en derecho, medicina general, ciencias políticas y económicas. Así, en lo que ella consideraba de más provecho. En estos dos años intensificaron su comunicación Boaz y Rut, por la insistencia de Noemí a Boaz, para que así ella tuviese ocupada su mente y su corazón, y no llegase nadie a robarles su cariño y pudiese alejarles de ellos. Y porque Boaz, también sentía el mismo temor, escribía muchas cartas a Rut preguntándole por sus necesidades, y planeando con ella sobre trabajos y labores sociales, que harían juntos, cuando ella regresara. Todo esto lo hacia Boaz muy conscientemente, sin hacerle abrigar a Rut falsas esperanzas. Pero tampoco la desilusionaba. Este tiempo fue como un proyecto entre ambos para poder trabajar juntos en el futuro con iguales propósitos, y las mismas causas en común. Los dos se desanimaban con sus cartas para no casarse, con la excusa de la apropiada libertad para poder ocupar más eficazmente sus tiempos, en labores de sociedad hacia los más necesitados. Pensaban así poder estar cada vez más comprometidos estrechamente trabajando unidos.
Tercera parte.
Por fin llegó el día deseado por los tres, el día de la vuelta de Rut. Rut llegó esplendorosa, y sus ojos brillaban como dos luceros en noches de luna llena.
Cuando vio a su abuela la abrazó con gran alegría, y con su vista buscaba a Boaz, hasta que le encontró parado detrás de ellas. Boaz sonriendo la miraba con gran sosiego, por el amor que sentía por ella. Pero que él se esforzaba, para no dejarlo manifestar. Rut se dirigió hacia él abrazándole. Y se besaron en las mejillas con gran necesidad y pasión, por el deseo controlado que los dos tenían.
En esto los dos sintieron un gran estremecimiento, y se miraron fijamente a los ojos sin saber que decirse. Por fin Noemí les hizo reaccionar y les invitó a dirigirse a la casa. Para que allí Rut se alimentara y descansara del largo viaje. Después, harían una pequeña celebración donde Rut pudiese contar sus logros para celebrarlo juntos. Rut casi no pudo descansar por la emoción que sentía, de estar cerca de los dos seres más queridos para ella. Después de recuperar su estado físico más favorable, Rut se puso bellísima y bajó al salón. Donde su abuela y Boaz, la esperaban para celebrarlo. Y así transcurrió una maravillosa velada entre ellos. Después, Noemí, con mucha idea fingió estar muy cansada de tantas emociones vividas en el día. Y así poder retirarse, para que ellos dos hablaran libremente, cuando estuvieran a solas. Boaz por educación y consideración quiso retirarse también, pero Noemí le insistió, para que él, hiciese compañía a Rut. Hasta que ella decidiese irse a descansar. Los dos sentían grandes deseos y atracción. Pero por el respeto mutuo los fueron enfriando, hasta terminar hablando fríamente, de los problemas que actualmente preocupaban en la localidad. Rut sintió que el cariño y las esperanzas acumuladas se le evaporaban sin poder remediarlo. Pero fingió preocuparse más de los problemas que ella consideraba secundarios en aquel momento. Noemí que estaba muy interesada en esta conversación, y en el resultado que tuviese, escuchó cuanto sucedía, por la puerta entreabierta de su dormitorio. Y Así fue, como ella empezó a planear romper las barreras creadas entre los dos. Noemí al día siguiente, le pidió a Boaz hablar a solas, acerca del futuro de Rut. Sobre lo que él consideraba, que era lo mejor para ella. Esto lo hacía para poder aflorar sus sentimientos. La conversación que iniciaron en privado fue ésta. Noemí le dijo a Boaz, Boaz. Rut se ha convertido, en una mujer suficientemente madura como para generar una verdadera familia. Y las mujeres como el principal de todos los deseos, queremos aún buen esposo, e hijos. Esto es lo que verdaderamente manda en el corazón de las mujeres. Ahora que ya hemos procurado personalmente a Rut su capacidad y educación. Le queda la decisión más importante, que es elegir a un hombre, que sea buen esposo para ella, y un buen cabeza de familia. ¿Qué podemos hacer? Boaz se sintió muy sorprendido. Como él podía buscarle un esposo a Rut, si a ella, era a la mujer que él amaba. Y se preguntaba si Noemí no se daba cuenta, de sus verdaderos sentimientos. Así que se excusó ante Noemí, y le pidió por favor, que le dejase meditar sobre todo esto. Noemí se fue muy tranquila, porque había logrado transmitirle la inquietud a Boaz, y esto haría aflorar sus sentimientos, para que se decidiese por escoger a Rut. Así es que unos dos días después, casi sin dormir ni pensar en otra cosa, Boaz habló con Noemí, y le expuso de hablar con Rut sobre este asunto. Y así lo hicieron, aprovechando la ocasión más propicia para exponer la situación matrimonial de Rut. Cuando Boaz habló de conocer a otros hombres y presentarlos a Rut. Rut se paró y le replicó. Y porque no te busco yo a ti, una esposa cualificada para que te cases con ella.
Además, si tu mantienes la soltería, por que quieres que me case. Ofendida se disculpó para retirarse. Porque estaba acongojada, y con lágrimas en sus ojos. Y aún así les pidió que por favor no le hablasen jamás de esto. Porque ella decidiría en su momento, y ellos no tenían por qué preocuparse de su bienestar hasta ese punto. Noemí comprendía y esperaba esta reacción por que ella no había preparado a Rut. Y ella abrigaba, muy diferentes esperanzas. Pero Boaz no supo cómo reaccionar, Y por primera vez había chocado. Su gran aliada Noemí, le había dejado solo, y él no sabía que hacer. Noemí le puso la mano cariñosamente en el hombro, mientras él meditaba, y cuando captó su atención, le dio las buenas noches con gran contemplación, y le dijo, que se iba a descansar. Pero cuando Noemí pasó por la habitación de Rut llamó a su puerta. Y Rut que estaba sollozando le hizo entrar. Cuando sintió a su abuela cerca, se tiro llorando en sus brazos, desconsoladamente, y acurrucada en su pecho se sinceró con ella y le descubrió sus verdaderos sentimientos. Noemí, intento que ella comprendiese los sentimientos contradictorios de Boaz. Y le hizo comprender a Boaz, porque no buscaba su propio interés, sino conseguir lo mejor para ellas. Pensando que para él seria como aprovecharse por gratitud, lo que tenia obligación de hacer. Porque así, era la ley de recompra, en miras a la libertad de las familias, y de las personas rescatadas de sus miserias. Noemí le dijo a Rut, que Boaz ahora no veía esto con entendimiento. Por que a él, también le correspondía por ley, levantar la descendencia de los familiares cercanos. Pero él no quiere ejercer ese derecho sobre nosotras, ni obligarnos a ello. Entonces Rut como un resorte le replicó a su abuela. Pero yo verdaderamente, deseo que esto sea así. Y Noemí planeó con su nieta y le dijo. Mira a Boaz, que es un hombre esclavo de su palabra, y si él se compromete a buscarte un buen esposo, lo procurará e insistirá en el empeño. Tu déjalo hacer, y si no deseas a ninguno, no los elijas, y descalifícalos al tiempo, de que Boaz te los vaya haciendo conocer. Yo, reafirmaré su compromiso para contigo, en buscarte un buen esposo para ti. Y al final si tú lo eliges a él. El no tendrá más remedio que cumplir con su palabra. Para que tu puedas casarse, y tengas un buen esposo e hijos. Pero ahora mismo, antes de que él pueda volverse atrás, tienes que bajar, y hacerle la concesión de que tú conocerás a todos los hombres que el té presente, como buenos y futuros esposos. Pero si él respeta la decisión, cuando tú estés dispuesta para elegir alguno de entre todos los hombres conocidos. Así, Noemí convenció a Rut, y bajo con ella cogida de su brazo cariñosamente, hasta ponerla enfrente de Boaz. Este que no sabía de qué manera disculparse. Pidiéndole perdón y mirando a Rut a los ojos, le dijo con gran lamento. Perdóname por favor, yo te deseo lo mejor y sé, que no tengo ningún derecho sobre ti. Rut se sentó frente a él, y Noemí se puso a un lado entre ambos, para así poder asegurarse como firme testigo del acuerdo que apalabrasen entre los dos. Rut le dijo a Boaz. Yo nunca deseé, que tú te casaras con otra mujer, y mucho menos, pensé en buscarte una esposa. Boaz, entendía que se entrometía en la vida privada de Rut, y le dijo: Discúlpame porque yo creí que te estaba ayudando. Porque Noemí y yo hablemos, y obremos creyendo que buscábamos lo mejor para ti. Rut, intento asegurar la fidelidad de Boaz, y sujetarle al compromiso de su palabra, cuando le dijo y le propuso a Boaz con voz de sumisión. Yo comprendo, que vosotros deseáis para mí, lo que verdaderamente es más importante. Tener mi propia familia.
Estoy de acuerdo en que me ayudéis a conocer a hombres, que según ustedes consideran buenos esposos para formar mi hogar, y aunque con esto, yo me pueda separar de vosotros. Por eso también quiero que me prometáis algo de vuestra parte. Noemí y Boaz se miraban como extrañados, pero no era así en la realidad para Noemí. Porque sabía adónde quería llegar su nieta, y en esto sí que fingió. Para ocultar que estaba en complicidad con Rut. Los dos asintieron a Rut, en que sí estaban de acuerdo, y que le aceptarían si ella decidía conocer, y eligiera a alguien como esposo, que les fuese presentado por ambos. Rut, hizo prometer a Boaz que aunque ella se casase, Noemí siempre tendría su lugar en la casa de Boaz. Para así poder asegurarse de que siempre estaría bien atendida y apreciada de por vida. En la compañía del hombre, que ella consideraba bueno y justo. Boaz, se adelantó en esta promesa, y le dijo: Yo te prometo que mientras Noemí lo desee y por su propia voluntad, está será su casa para siempre, y sólo se irá si ella lo desea para estar contigo. Porque ella es para mí como una buena y Santa madre a la cual yo casi no conocí. Noemí no dijo nada, porque creía que esto contestaba por los dos a Rut, que siguió asegurándose de conseguir la segunda promesa más importante, de Boaz. Rut dijo: también, quiero que me prometáis, que al hombre que escoja, lo aceptarán como a mi esposo. Y si él, no desea ser mi esposo, quedará libre de esta promesa. Esto era lo más lógico, y lo más previsible que ocurriese, y tanto Noemí como Boaz afirmaron que estaban completamente de acuerdo con Rut.
Ultima parte.
Y así empezó una nueva época con estas condiciones entre ellos. Noemí y Boaz, completaban los nombres de los hombres más virtuosos, dignos y capacitados de la localidad. Ricos en los valores y principios de la vida, y en la institución familiar. Y los invitaban, a uno por uno, con excusas de cumpleaños, o simples comidas de reuniones y de trabajo, para que Rut les pudiese conocer. Así, ella podría escoger entre ellos, al hombre que compartiese con ella su vida para siempre. Todo esto ocurría mientras Rut buscaba entre las gentes más necesitadas y humildes, para ejercer con toda su capacidad la justicia, poniéndose al servicio de los demás con todos sus conocimientos, pero especialmente para los más necesitados. Poco a poco Rut se hizo más conocida estimada y apreciada entre las gentes de la localidad. Pero en cuanto a escoger a un futuro marido, nunca se decidía por ninguno. Un día Rut y Boaz, tuvieron una conversación íntima y Boaz le aseguro a Rut. Yo no deseo seguir buscando entre los hombres, un esposo para ti. Porque tú eres una mujer muy capaz, y estoy seguro, que cuando verdaderamente lo desees, encontrarás al hombre apropiado. Por que tú sabrás elegirlo. Rut temió que Boaz se apartase del compromiso que adquirió, cuando ella le hizo prometer que aceptaría el hombre que ella eligiese. Y quiso asegurarse, de que no faltaría a la palabra que él prometió. Y le preguntó. ¿Porque te das por vencido, es realmente que no te preocupa con quien me case?. Boaz quiso demostrar rápidamente que no, que él siempre sentiría preocupación por ella, y así se lo confirmo, casi sin pensarlo, cuando le dijo. No, no es ese el motivo. Esto ha sido muy duro para mí, que me he esforzado en contra de mi propio ser. Porque aunque hacía todo lo posible, para presentarlos a ti, sólo encontraba alivio en mi alma, cuando tú los descalificabas. Por que en verdad no deseaba que eligieses a nadie, por temor de perderte. Y cuando yo solo debía presentártelos lo que hacía en mi corazón era analizarlos y buscarles todos los defectos del mundo; como si yo fuese el hombre perfecto. Y todo esto ha sido un sin vivir para mí. Por eso voy a decirle a Noemí que me libere de esta responsabilidad; y a ti quiero que sepas que te deseo todo lo mejor, y que confió en ti con todo mi ser, pero no puedo inmiscuirme ni influir mas en tu vida, por estos asuntos. Tú has demostrado tu capacidad, y gran valor, y eres muy prescindible en esta localidad. Para casi todo, se cuenta contigo, y colaboras en todos los órganos e institucionales, con verdadera eficacia. Así es que tú no me necesitas para nada, y eres autosuficiente. Y por mi parte tienes toda la libertad de emanciparte si lo deseas. Yo me alegro mucho por ti, y estoy muy orgulloso de ti, pero es el momento de que te emancipes de mí, para que puedas formar tu propia vida. A Rut se le alegró mucho el corazón por las palabras de Boaz, pero ella no quería emanciparse de Boaz sino que su amor por él, le llevaba a serle sumisa y desearle como a su esposo. Por eso le sujetó a la promesa de su propia palabra. Cuando le dijo: No es verdad que vuestro intento de buscarme un esposo haya fracasado, sino que por lo contrario habéis tenido un éxito para mí; porque mi corazón ya ha escogido a un hombre por esposo. Yo solo esperaba que expusieran todas las opciones, para no despreciar vuestro interés. Así es que si no queréis que conozca a nadie mas, ya no hace falta buscar lugar para ello, porque mi corazón ya ha escogido. Boaz, sintió como si una losa grande como una montaña le aplastase. Porque esto era lo que el nunca quiso escuchar. Pero tragándose la saliva, y fingiendo alegrarse por ella, fingió una falsa sonrisa, que era una mueca de malestar. Y Se dejó caer como fulminado en un sillón. Y le dijo con toda su sorpresa, y con una tartamuda exclamación. AH, ya, esto, pues, bueno. Rut se puso detrás de él, para que no viese la alegría que sentía en su rostro, de poder comprobar sus verdaderos sentimientos. Y le siguió diciendo: Así, que ya no es necesario llamar a nadie más, por mi parte. Ahora voy a buscar a Noemí, para comunicarlos a los dos, quien es el hombre que ha escogido mi corazón.

Rut acariciaba los cabellos de Boaz desde su espalda. Pero Boaz sólo estaba pensando en cómo poder escapar de esta situación. Incluso pensó en salir corriendo, y huir de todo y de todos. En esto la voz de Noemí le devolvió a la realidad. Boaz, miró a Noemí como alguien que había sido sentenciado, y que necesitaba la clemencia de alguien, que le dijese que aquello no estaba sucediendo, que era una pesadilla y que no era real. Pero todo le hacía comprobar que aquello que estaba sucediendo era lo único verdadero y cierto. Boaz mirando a Noemí, y fingiendo que aceptaba al esposo que Rut había elegido, se levantó, y se puso un vaso de agua muy grande, que se bebió de un tirón. Porque sentía que estaba completamente seca su boca, y le parecía llegar a sentir la sequedad hasta en los huesos. Su nerviosismo, también lo delataba, aunque él procuraba mentalizarse y calmarse, para poder aceptar aquella situación.

Noemí quiso amortiguar un poco, y aunque sabía la conversación que tuvieron entre los dos, fingió no saber nada y les pregunto. Me pareció oír que queréis comentar algo conmigo. Boaz con la voz ronca, y hasta como sí se ahogase, le dijo a Noemí. Si, egéemn, es, egéemn, Es que Rut, tiene algo importante que decirnos, egéemn. Rut les recordó a los dos la promesa, de que aceptarían como esposo al que ella eligiese. Noemí como si estuviese sorprendida dijo: Y en verdad, ya ¿has escogido a quien deseas por esposo?. Rut le afirmó: Si, yo sé quien será para mí, el mejor hombre y esposo, y ya lo tengo elegido. Boaz, sentía como si estuviese en un abismo, donde sólo estuviese él y su soledad. Hasta el punto, de no escuchar nada ni a nadie. Sólo cuando Rut se acercó a él, reaccionó, porque estaba completamente ensimismado. Cuando Rut le cogió por las manos, él volvió a reaccionar. Boaz, miraba a Rut sorprendido con cara suplicante, para que no le dijese lo que el más temía que era el nombre de su futuro esposo. Cuando Rut se le acercó tiernamente, mirándole a los ojos le preguntó. ¿No deseas, conocer el hombre que yo considero más virtuoso para ser mi esposo?. Boaz contestó con una reacción imprevisible. Claro. Sí. Claro que sí. Rut no dejaba de mirar a los ojos de Boaz, pero este los ocultaba de la mirada de Rut, para que ella no descubriese sus verdaderos sentimientos. Y Por que estaban a punto de romperse a llorar.
Pero los ojos de Boaz, huyendo de la mirada de Rut, no tenían ninguna escapatoria, porque Rut no sé apartada de frente a él, mirándole y sujetándole sus manos. Boaz, buscaba huir de la mirada de Rut, mirando a Noemí. Pero Noemí, miraba fijamente a su querida nieta. Así, que Boaz no tuvo más remedio que volver la mirada hacia Rut. Y cuando la miró a los ojos, y vio en la forma que ella le sujetaba y como le miraba, se quedó completamente sorprendido. Y le pareció que era como si se hubiese despertado de una terrible pesadilla, en la cual un ángel salvador. Rut, le estuviese tranquilizando. Y Rut le dijo tiernamente abrazándose en su pecho. ¿Estás preparado, para saber cual es el hombre, que ya a escogido mi corazón?. El corazón de Boaz latía tan fuerte y con tanta velocidad, que Rut pegado a él, sentía como iba cada vez mas acelerado, y sintió miedo por él. De que pudiese explotarle en su pecho. Por eso se separó, pero sin soltarse de las manos y mirándole a los ojos le dijo: Yo te he escogido a ti como a mi futuro esposo.
Sería imposible, relatar ni describir en aquel momento, las sensaciones y pensamientos en la mente de Boaz, ni sus sentimientos en carne viva. Para ello, habríamos de vivir, lo que Boaz vivió. Así, quedó Boaz de sorprendido, sin saber que hacer ni decir. Y mirando a Noemí, como disculpándose, por robar algo que a él, no le perteneciese, esperaba su comprensión. Y sin soltarse de las manos de Rut, se disculpaba diciendo. Yo, no sé qué decir.
Noemí se acercó a ambos y le dijo a Boaz. Tú diste tu palabra, y estas obligado. Ya no puedes volverte atrás. Boaz miró a Rut y la abrazó con un sentimiento de verdadera necesidad. Y suspiraba por ella, como si al fin encontrase el alivio y descanso para su espíritu, que él tanto necesitaba. Y Después, mirando a Noemí, Le confirmó su deseo diciéndole. Mi obligación es mi necesidad. Y así ocurrió que se reorganizo una familia, cuyos descendientes fueron felices, y en cuyos tutores estuvo la justicia divina de la libertad. Este complemento, fue formado con la ley, como una costilla de Boaz; Con la instrucción y sabiduría, de una mujer Santa y savia en el temor de Dios, como era Noemí. Y fueron una salud social para toda la localidad. Y un pulmón de oxígeno en el verdadero amor, para la unión de las parejas. Que el amor de Boaz, la pureza de Rut, y la virtud de Noemí, acompañen a todos los enamorados en todo el mundo. Y la justicia que recicla y reforma a las familias en el temor de Dios, imponiéndonos la libertad y la sumisión por amor, nos den su amparo.

ESTO LES DESEO DE TODO CORAZÓN.

Esta historia, es una simple apología llevada a la actualidad, del libro sagrado que Israel nos dio con el nombre de Rut. La versión original y real es la única verdadera. Pero para evitar prejuicios yo he inventado esta. Con el fin, de manifestar la ley de recompra en Israel, y la justicia de sus familias. Pero la realidad original del libro de Rut es la verdaderamente apreciable. Por que demuestra el apoyo de Dios a su palabra, y a los que la obedecen, y los verdaderos frutos que se recogieron de la verdadera historia. Rut y Boaz, tuvieron un hijo que se llamó Jesé, y Jesé tuvo un hijo que fue el rey David. Rey de Israel, y profeta de Dios. Un libertador y un Santo. De la cual descendencia nació el Rey de reyes y salvador de toda la humanidad: Jesucristo, el cordero de Dios y Mesías de la promesa.

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