ESPIRITU SANTO. PECADO, POQUE NO CREEN EN MI

LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
Profecías
del Espíritu Santo. Pecado, porque no creen en mí.

Juan (16:7) 7 Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; 9 en cuanto al pecado, porque no creen en mí; 10 en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; 11 y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.

Adán oyó la voz de Dios, para no caer en la tentación. Y la des-obediencia causo la muerte. Abel hijo de Adán, escuchó la voz de Dios. Y por la predicación de los Ángeles, se anuncio la redención. El Sacrificio de un cordero perfecto. Que Dios ha predestinado para la humanidad.

Abraham fue, el primero de todos los fieles, que más claro escucho a Dios. Y comprendió el Santo Sacrificio del Cordero.La aceptación de Abel, provocó la envidia de Caín, que mato a su hermano. Y Abel, fue el primer mártir de los creyentes. Que creyeron en el sacrificio del cordero de Dios.

Noé y su familia se salvaron del diluvio. Y ofrecieron, sacrificio de un cordero perfecto. En acción de gracias, por todos. Por que advirtió, que era la redención de Dios.

Dios dijo a Abraham: sacrifica a tú hijo. Y Abraham estaba dispuesto a hacerlo. Pero Dios le dijo. No lo hagas, porque has demostrado esta tu fe en mis palabras. Perdona a tu hijo. y ofrece en sacrificio, el cordero atrapado en el matorral. Ése es el rescate de la Pascua. El sacrificio del cordero de Dios.

Profecía sobre Jesucristo

Isaías 53: 1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? 2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

7 Angustiado él, y martirizado, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquila-dores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantar, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

A través del sacrificio del cordero, por motivos de su liberación. Dios rescató a todos los primogénitos de Israel, incluidos los animales.

Y comieron el cordero, sin dejar nada para el día siguiente. Si la familia era pequeña. Debían compartirlo con su vecino inmediato, según el número de personas.

La sangre del cordero, extendida en puertas y ventanas, porque el ángel, hiciera la excepción entre los niños primogénitos y animales de Israel. Y los hijos y animales primogénitos de los egipcios.

La Pascua fue instituida a condición de memorial. Pasando de padres a hijos. Para comprender la gran clemencia de Dios, y del medio de Dios para redimirlos.

El sacrificio del cordero de Dios

Jesucristo mandó a sus doce apóstoles para celebrar la Pascua en su nombre. Así les podría dar su Espíritu a ellos.

Cuando Jesucristo vino como el Mesías prometido. Muchos no creyeron. Él es, el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. Él, instituyó la Pascua y el significado de la misma. Jesucristo es el medio que Dios tiene que rescatar a toda la creación. Y todos los creyentes, serán inspirados por Dios, y oirán su voz.

El verbo hecho carne

Juan 1:1) En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba con Dios en el principio.

3 Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.

4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.

5 Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.

6 Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió 7 como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran.

8 Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.

10 El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no lo reconoció. 9 Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo.

11 Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron.

12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

13 Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.

14 Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

15 Juan dio testimonio de él, y a voz en cuello proclamó: Éste es aquel de quien yo decía: Él que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo.

16 De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, 17 pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.

18 A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.

El propósito de Dios

Génesis (1:26) Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicarse; llenad la tierra, y sojuzgad, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. El sexto día.

Clemencia gratuita para todos

Isaías (55: 1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. 2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Escuchar atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. 3Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las clemencias firmes a David.

4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.

5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

6Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamarle en tanto que está cercano. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelvas a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.

13 En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída. así será mí palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prospera en Él, dónde lo envié.

Jesús vino a Juan, después de su muerte y resurrección. Año 90, después de Jesucristo. Y las mismas características que tenía, 750 años antes a Daniel.

Cuando Jesús se le apareció a Juan. Y cuando Jesús se apareció a Daniel, era en realidad la misma persona. 650 Años antes, Jesucristo se apareció a Daniel. Las mismas características. Que aproximada-mente 750 años después. Año 90, cuando se apareció a Juan.

Una visión del hijo del hombre

Apocalipsis 1: 9 Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la constancia que tenemos en unión con Jesús, estaba en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.

10 En el día del Señor vino sobre mí el Espíritu, y oí detrás de mí una voz fuerte, como de trompeta, 11 que decía: "Escribe en un libro lo que veas y envía-lo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea."

12 Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba y, al volverme, vi. Siete candelabros de oro.

13 En medio de los candelabros estaba alguien "semejante al Hijo del hombre", vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido con una banda de oro a la altura del pecho.

14 Su cabellera lucía blanca como la lana, como la nieve; y sus ojos resplandecían como llama de fuego.

15 Sus pies parecían bronce al rojo vivo en un horno, y su voz era tan fuerte como el estruendo de una catarata.

16 En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.

17 Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: "No tengas miedo. Yo soy el Primero y el 'Ultimo, 18 y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.

19 "Escribe, pues, lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá después.

20 Ésta es la explicación del misterio de las siete estrellas que viste en mi mano derecha, y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.

Cuando Jesús se apareció a Daniel. Y cuando Jesús se apareció a Juan, era en realidad la misma persona.

Daniel. Año aproximada-mente 650, antes de Cristo. tenia las mismas características. Que 750 años después, cuando se apareció a Juan.

Visión de Daniel junto al río

Daniel (10: 1 En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión.

2 En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. 3 No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas. 4Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel.

5 Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. 6 Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.

7 Y sólo yo, Daniel, vi. aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron. 8Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno. 9Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.

10 Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. 11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y levanta en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.

12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.

14He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.

15 Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido. 16 Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza. 17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento.

18 Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció, 19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuerza. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.

20 El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá.21Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.

La presistencia de Cristo

Juan 8:48 --¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano, y que estás endemoniado? --replicaron los judíos.

49 --No estoy poseído por ningún demonio --contestó Jesús--. Tan sólo honro a mi Padre; pero ustedes me deshonran a mí.

50 Yo no busco mi propia gloria; pero hay uno que la busca, y él es el juez.

51 Ciertamente les aseguro que el que cumple mi palabra, nunca morirá.

52 --¡Ahora estamos convencidos de que estás endemoniado! --exclamaron los judíos--. Abraham murió, y también los profetas, pero tú sales diciendo que si alguno guarda tu palabra, nunca morirá.

53 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Abraham? Él murió, y también murieron los profetas. ¿Quién te crees tú?

54 --Si yo me glorifico a mí mismo --les respondió Jesús--, mi gloria no significa nada. Pero quien me glorifica es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios, 55 aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes; pero lo conozco y cumplo su palabra.

56 Abraham, el padre de ustedes, se regocijó al pensar que vería mi día; y lo vio y se alegró.

57 --Ni a los cincuenta años llegas --le dijeron los judíos--, ¿y has visto a Abraham?

58 --Ciertamente les aseguro que, antes que Abraham naciera, ¡yo soy!

59 Entonces los judíos tomaron piedras para arrojar las, pero Jesús se escondió y salió inadvertido del templo.

La resurrección de los muertos

1 Corintios 15: 1. Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelizo que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes.

2 Mediante este evangélico son salvados, si se aferraran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.

3 Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, 4 que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, 5 y que se apareció a Cefas, y luego a los doce.

6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto.

7 Luego se apareció a Jacobo, más tarde a todos los apóstoles, 8 y por último, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.

9 Admito que yo soy el más insignificante de los apóstoles y que ni siquiera merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo.

11 En fin, ya sea que se trate de mí o de ellos, esto es lo que predicamos, y esto es lo que ustedes han creído.

12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de ustedes que no hay resurrección?

13 Si no hay resurrección, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado.

14 Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes.

15 Aún más, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido, si en verdad los muertos no resucitan.

16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado.

17 Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados.

18 En este caso, también están perdidos los que murieron en Cristo.

19 Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.

20 Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron.

21 De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos.

22 Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir.

23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después, cuando él venga, los que le pertenecen.

24 Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder.

25 Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies.

26 El último enemigo que será destruido es la muerte, 27 pues Dios "ha sometido todo a su dominio". Al decir que "todo" ha quedado sometido a su dominio, es claro que no se incluye a Dios mismo, quien todo lo sometió a Cristo.

28 Y cuando todo le sea sometido, entonces el Hijo mismo se someterá a aquel que le sometió todo, para que Dios sea todo en todos.

29 Si no hay resurrección, ¿qué sacan los que se bautizan por los muertos? Si en definitiva los muertos no resucitan, ¿por qué se bautizan por ellos?

30 Y nosotros, ¿por que nos exponemos al peligro a todas horas?

31 Que cada día muero, hermanos, es tan cierto como el orgullo que siento por ustedes en Cristo Jesús nuestro Señor.

32 ¿Qué he ganado si, sólo por motivos humanos, en Éfeso luché contra las fieras? Si los muertos no resucitan, "comamos y bebamos, que mañana moriremos".

33 No se dejen engañar: "Las malas compañías corrompen las buenas costumbres."

34 Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar. En efecto, hay algunos de ustedes que no tienen conocimiento de Dios; para vergüenza de ustedes lo digo.

35 Tal vez alguien pregunte: "¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo vendrán?"

36 ¡Qué tontería! Lo que tú siembras no cobra vida a menos que muera.

37 No plantas el cuerpo que luego ha de nacer sino que siembras una simple semilla de trigo o de otro grano.

38 Pero Dios le da el cuerpo que quiso darle, y a cada clase de semilla le da un cuerpo propio.

39 No todos los cuerpos son iguales: hay cuerpos humanos; también los hay de animales terrestres, de aves y de peces.

40 Así mismo hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero el esplendor de los cuerpos celestes es uno, y el de los cuerpos terrestres es otro.

41 Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo.

42 Así sucederá también con la resurrección de los muertos. Lo que se siembra en corrupción, resucita en incorrupción; 43 lo que se siembra en oprobio, resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad, resucita en poder; 44 se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual.

45 Así está escrito: "El primer hombre, Adán, fue hecho un ser viviente"; el último Adán, un Espíritu que da vida.

46 No vino primero lo espiritual sino lo natural, y después lo espiritual.

47 El primer hombre era del polvo de la tierra; el segundo hombre, del cielo.

48 Como es aquel hombre terrenal, así son también los de la tierra; y como es el celestial, así son también los del cielo.

49 Y así como hemos llevado la imagen de aquel hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.

50 Les declaro, hermanos, que el cuerpo mortal no puede heredar el reino de Dios, ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible.

51 Fíjense bien en el misterio que les voy a revelar: No todos moriremos, pero todos seremos transformados, 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados.

53 Porque lo corruptible tiene que vestirse de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad.

54 Cuando lo corruptible se vista de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: "La muerte ha sido devorada por la victoria."

55 "¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?"

56 El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.

57 ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!

58 Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.

Anás interroga a Jesús, y Jesús confiesa

Juan 18:19 Mientras tanto, el sumo sacerdote interrogaba a Jesús acerca de sus discípulos y de sus enseñanzas.

20 --Yo he hablado abiertamente al mundo --respondió Jesús--. Siempre he enseñado en las sinagogas o en el templo, donde se congregan todos los judíos. En secreto no he dicho nada.

21 ¿Por qué me interrogas a mí? ¡Interroga a los que me han oído hablar! Ellos deben saber lo que dije.

22 Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí cerca le dio una bofetada y le dijo: --¿Así contestas al sumo sacerdote?

23 --Si he dicho algo malo --replicó Jesús--, demuéstramelo. Pero si lo que dije es correcto, ¿por qué me pegas?

24 Entonces Anás lo envió, todavía atado, a Caifás, el sumo sacerdote.

Institución de la cena del Señor

1 Corintos 11:23 Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí."

25 De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí."

26 Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.

Tomando la cena indignamente

27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.

28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.

29 Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena.

30 Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto.

31 Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría; 32 pero si nos juzga el Señor, nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.

33 Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros.

34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no resulten dignas de condenación. Los demás asuntos los arreglaré cuando los visite.

Como se Bendice la Santa cena

El anciano o presbítero bendecirá así. Y de esta manera lo hará: Se arrodillará con la iglesia e invocará al Padre en solemne oración, diciendo: OH Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santifiques este pan para las almas de todos los que participen de él, para que lo coman en memoria del cuerpo de tu Hijo, y testifiquen ante ti, OH Dios, Padre Eterno, que están dispuestos a tomar sobre sí el nombre de tu Hijo, y a recordarle siempre, ya guardar sus mandamientos que él les ha dado, para que siempre puedan tener su Espíritu consigo. Amén.

La manera de bendecir el vino: Tomará también la copa y dirá: OH Dios, Padre Eterno en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santifiques este vino para las almas de todos los que lo beban, para que lo hagan en memoria de la sangre de tu Hijo, que por ellos se derramó; para que testifiquen ante ti, OH Dios, Padre Eterno, que siempre se acuerdan de él, para que puedan tener su Espíritu consigo. Amén.

Marcos (16:17) Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas;) (16:18 tomarán serpientes, y si beben algo venenoso, de ninguna manera podrá hacerles daño, impondrán las manos sobre los enfermos y sanarán ".

(16:19) Entonces el Señor Jesús, después de haber hablado con ellos, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la derecha mano de Dios. (16:20) Ellos salieron y predicaron en todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la palabra con las señales que siguieron. Amén.

Y los hijos de Dios Restaurarán la tierra, a la categoría del paraíso. Donde los animales y las gentes vivirán en paz.

Debido a que Fueron guiados, por el Espíritu Santo, que Dios envió, con promesa, a los qué tienen fe, en el sacrificio de su hijo, el Cordero que Dios nos ha Dado, al mundo por rescate. Para rescatar a todos los mártires de Dios, empezando por su propio hijo. Su primogénito. Y son llamados según las Escrituras, la Iglesia de los primogénitos, o el Israel de Dios.

Apocalipsis habla del tercer rescate

Primero Dios rescató a la Nación de Israel, por el sacrificio de un cordero.

Segundo, el rescate de las congregaciones que tenían fe en Jesucristo. El Cordero de Dios, El Mesías de la promesa. Fueron guiados por el Espíritu Santo de la promesa. Testifican de Dios, y de su Hijo Jesucristo.

Tercero, el testimonio de rescate, a una multitud, de toda tribu Nación, lengua y pueblo. También celebramos la Pascua del Cordero de Dios, y darle gracias. Como mártires y apóstoles de Jesús. Testificando con nuestra familia, el Arrepentimiento. Para ser santificados, por el sacrificio del cordero. En el Cuerpo y Sangre del Salvador Jesucristo. Y recibir el don del Espíritu Santo.

[Revelación.] (7:9) Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano.

10 Gritaban a gran voz: "¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!"

11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Se postraron rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios 12 diciendo: "¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!"

13 Entonces uno de los ancianos me preguntó: --Esos que están vestidos de blanco, ¿quiénes son, y de dónde vienen?

14 Eso usted lo sabe, mi señor respondí. Él me dijo: Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.

15 Por eso, están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo; y el que está sentado en el trono les dará refugio en su santuario.

16 Ya no sufrirán hambre ni sed. No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador. 17 Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos.

Esperamos la promesa de Dios. Vivir eternamente Con el. Apartados del mal. Pero los Incrédulos. que no Celebran la Pascua del Cordero de Dios. Serán tratados como a los egipcios. En el tiempo de Moisés.

Dios Predica la Declaración de Adán y Caín. Para ser inocentes de la culpabilidad de su propia sangre [la vida]. Pero Caín no obedeció.

Cuando Dios habló a Noé, las gentes no querían oír.

Los egipcios no escucharon a Moisés en la Pascua.

Muchos en Israel, tampoco tenían fe en el Mesías prometido, el Cordero de Dios. Ni tampoco creyeron. En el testimonio, del Espíritu Santo.

Ahora. Sean todos los hijos de Abraham. Testigos de esta Pascua. Y observen que Jesucristo es el Cordero de Dios e Hijo de Dios.

Él restaurará todas las cosas. Y hace a los hombres, a su Imagen y Semejanza. En unión con Dios.

Y todos procuremos un testimonio. Con el ejemplo de los hijos de Dios. Siendo adoptados por su Espíritu Santo.

Juan (1:12) Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

13 Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.

14 Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan (3:5) --Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios --respondió Jesús--.

6 Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.

7 No te sorprendas de que te haya dicho: 'Tienen que nacer de nuevo.'

8 El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu. Aquellos, que no creen en Jesucristo permanecen en el pecado. "

Juan (16:9 sobre el pecado. Porque, no creen en mí.

Predicar, es dar testimonio de nuestra fe, en el Cordero de Dios. En su Cuerpo y su Sangre. Sellados con su espíritu. Nos limpia de culpa de sangre inocente. El Cordero de Dios, es testimonio para todos. Principiando por Nuestras Familias.

Por que Dios juzga a las Naciones con cetro de hierro. Así es como Dios, nos enalteciera con su Espíritu Santo. En el cuerpo de Cristo. Y nos apartará del mal.

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