CUIDADOR Y LA LEONA

La inquietud y temor de los padres, pueden llevar a cometer trágicos errores.

En una selva había una reserva donde los animales eran curados cuidados y protegidos por algunos hombres.
El responsable del lugar crió un cachorro de leona, que se quedó huérfana.
Y cuando la leona se hizo adulta, el cuidador debía
enseñarle a sobrevivir con libertad en su habita natural.
El cuidador, debido al gran cariño que le inspiraba. Temía que fuese atacada por cazadores furtivos. Ya que era pacífica e inofensiva respecto a personas. Por la gratitud y confianza que tenía al haberse criado con ellas.

El cuidador, debido a sus propios temores, decidió que la leona aprendiese a distinguir a los cazadores. Y que conociese las intenciones de éstos. Para que cuando los viese se previniese de ellos y huyera. Fue tal su obsesión que le ponía videos de cazadores sin escrúpulos.
También asustándola disfrazándose de cazador, y así en todo de cuanto se le ocurría para alertarla.
Tanto atemorizo y obsesiono a la leona, que un día profundamente dormida; tuvo una terrible pesadilla: Soñó que a ella a su cuidador, y a todas las personas y animales que ella quería, les disparaba un cazador. La leona rugía revolcándose en el suelo, como si estuviera siendo condolida y maltratada. Cuando su cuidador la vio, corrió hacia ella preocupado e intento despertarla, para poder calmarla. Pero cuando le sujeto sus patas. La leona sintiéndose apresada, creyó subconscientemente que era el cazador quien la tenia sujeta. Y luchando por defenderse y soltarse del cazador. Ataco ferozmente a su cuidador.
Después que la leona hoyo los gritos de su cuidador despertó, y viendo a su cuidador debajo de ella completamente asustado. La leona cambio su expresión y se puso cariñosa con el cuidador. Pero este muy asustado reaccionó empujándola con desprecio para quitársela de encima. Y se lleno de rencor hacia el animal. Cuanto más tiempo pasaba, el cuidador seguía más rencoroso con la leona. El animal buscaba el perdón y la compresión de su cuidador, pero recibía todo lo contrario.
Desprecio y celos provocados con los otros animales.
Así que la vida para la leona se hizo insufrible, y un día se marcho. El cuidador que justificaba su actitud en la culpabilidad del animal, razonaba así: ¡Después de todo lo que hice por ella, me lo paga como una fiera salvaje intentado de matarme!
Cuando el cuidador se entero que la leona no estaba en el parque. Organizo una búsqueda con sus compañeros. Y aunque rastrearon bien la zona por todo el día, no supieron ni encontraron nada que les diera indicación del animal.
El cuidador muy cansado y preocupado, quedo profundamente dormido, y tuvo una pesadilla.
En su sueño él mismo seguía buscando a la leona. De pronto hoyo unos disparos y se asusto. Y pensando en lo peor, corrió hacia donde él suponía que habían sido realizados los disparos. Y cuando llego se vio en medio de una escena, en forma de un triángulo, entre él un cazador y la leona.
El cuidador se veía con las manos encadenadas; lo que subconsciente mente significaba la falta de compresión, por el suceso, cuando fue atacado por la leona. Y estaba dividido entre dos sentimientos:
Por un lado sentía pena del animal. Por otro le guardaba rencor. Y no podía ni sabía por cual de los dos sentimientos decidirse. Esto era lo que le tenia esposado en su interior. (El significado de su actitud).
Y la dramática escena en la que se veía era que la leona provocaba al cazador para que este le disparase.
El cazador le apuntaba para defenderse del posible ataque del animal y aunque no deseaba dispararle, lo haría si el ataque amenazador del animal no le daba otra alternativa. El cuidador que estaba entre los dos pero hacia un lado, le decía al cazador: No sienta usted ningún temor de esta leona, porque es inofensiva con las personas. La leona, cuando oía la voz de su cuidador le miraba esperando que se dirigiese a ella, y que este ya le hubiese perdonado. Pero el cuidador ni siquiera le mirada. Cuando la leona entendía que el cuidador hablaba pacíficamente con el cazador, y que a ella aun la odiaba. Sentía aun más deseos de morir, y seguía intentándolo provocando con sus amenazas al cazador, para que este le disparase.
El cazador, apuntando a la cabeza del animal. Y le suplicaba al cuidador para que le evitase disparar y matar a la leona. ¡Si es verdad que es inofensiva y a usted le obedece llévesela de aquí, y no permita que me provoque con sus amenazas! Decía el cazador al cuidador. Pero el cuidador actuaba como si no fuese necesario que él tuviese que dirigirse a la leona, y solo quería que el cazador no se sintiera amenazado, cosa que era lo único evidente. Y cuando la leona ya se acercaba peligrosamente al cazador, este le disparo a matar. Entonces el cuidador rompió sus cadenas y luchaba por quitarle el rifle al cazador. Golpeándole.

Cuando el cuidador hoyo los gritos de su nombre
Despertó: Y él estaba golpeando al otro cuidador amigo suyo que se preocupaba de su paz y tranquilidad.

Y cuando el cuidador analizo todo esto, comprendió lo que le había sucedido a la leona, y lloro mucho por ella. Entendió su obsesión, su incomprensión, y la gran inocencia del animal. También comprendió que no se puede prejuzgar a todos los cazadores y actuar contra posibles problemas pueden causarlos verdaderos.
Pero referente a la leona. Ya nunca más se supo.

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